Fin de Semana en Caleruega
16 de septiembre
Nuevas colegialas del Colegio Mayor Sta. Mª del Pino
El tercer fin de semana de septiembre está reservado para disfrutar de unos días en Caleruega, lugar emblemático en la Orden de los Dominicos. Este pequeño pueblo de la provincia de Burgos fue donde nació Santo Domingo de Guzmán en 1170, un personaje importante en la historia de la Iglesia católica por su reforma del modo de predicar y su interés por el mundo del sur de Francia y la herejía cátara.
En estos días las nuevas colegialas han podido conocer el origen de la Orden de los Dominicos, la vida de Santo Domingo y la historia de un pueblo cuyas piedras hablan por sí solas. El sábado pudimos disfrutar de un ejercicio de Desierto por el jardín del convento de los frailes dominicos. En este mes donde la vuelta a la rutina después del verano es complicada, donde tenemos demasiadas emociones en muy poco tiempo y hemos vivido muchos cambios de repente... es bueno pararse, hacer un alto en el camino y disfrutar de lo que nos rodea. Por ello reflexionamos acerca de la confianza en diferentes ámbitos: la confianza en nosotras mismas, en los demás y en Dios.
Después de un merecido descanso tuvimos una oración en el Pocito de Santo Domingo, lugar emblemático por ser el lugar del nacimiento de Domingo, según la tradición. Tuvimos un tiempo de reflexión más profunda. Empieza un nuevo curso y con él una nueva etapa de nuestra vida, por ello no debemos olvidar nunca ser luz para el mundo, alumbrar nuestro alrededor porque...
"Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida. Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de modo que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5, 14-16)
Para finalizar el día tuvimos una sesión de cine con una buena manta para resguardarnos del frío burgalés. El domingo por la mañana compartimos la eucaristía con las monjas dominicas de Caleruega y pudimos tener un encuentro con ellas muy bonito donde nos contaron sus experiencias de vida y pudimos intercambiar anécdotas. No podíamos irnos de Caleruega sin subir al Torreón de los Guzmanes, desde donde se divisa todo el pueblo.
Fue un fin de semana de tranquilidad y desconexión, en este mes tan ajetreado. No viene nunca mal llenar los pulmones de aire limpio y libre de contaminación y olvidarnos del wifi por unas horas.