PEREGRINACIÓN A LA CATEDRAL DE LA ALMUDENA
24 de marzo
Preparación y camino hacia el Jubileo
El sábado 15 de marzo, nuestro Colegio Mayor tuvo la suerte de ser parte de una peregrinación a la Catedral de la Almudena, aquí en Madrid, para asistir a la Misa del Jubileo. Fue un día muy especial, lleno de espiritualidad, donde pudimos sentir de cerca la bendición del Jubileo y lo importante que es en nuestra vida de fe.
Preparándonos para el Jubileo:
Antes de la peregrinación, el martes, tuvimos la suerte de que Vicente, sacerdote dominico, viniera a darnos una catequesis sobre lo que significa el Jubileo. Nos contó que este tiempo es como una invitación a cambiar, a perdonar y a darle un nuevo aire a nuestra vida cristiana. También nos ayudó a entender por qué teníamos que hacer la peregrinación el sábado temprano, destacando lo importante que es prepararse espiritualmente para vivir la indulgencia jubilar.
El mismo Vicente volvió a nuestro colegio mayor el sábado por la mañana para ofrecernos el sacramento de la confesión a las que quisieran. Fue un momento para pensar y sentir la gracia, que nos dejó acercarnos al Jubileo con el alma más limpia y lista.
En camino:
El sábado, con ganas, nos pusimos en camino hacia la Catedral de la Almudena. La peregrinación fue una oportunidad para pensar, compartir con nuestras compañeras y prepararnos por dentro para la Misa. Al llegar a la catedral, participamos en la misa, sintiendo que cada paso dado hasta allí había valido totalmente la pena.
Cumpliendo los tres requisitos que se necesitaban: la peregrinación, la confesión y participación en la eucaristía obtuvimos el indulto del Jubileo, una bendición que nos alegra un montón. Para muchas de nosotras, este momento ha sido como volver a nacer. Yo, por ejemplo, siento como si mi cuenta espiritual se hubiera reseteado, lo que me permite vivir con más libertad y sin peso encima, es la oportunidad de arrancar de cero y no preocuparse por cosas del pasado a las que a veces le damos demasiada importancia en vez de centrarnos en el presente.
Esta peregrinación no solo ha sido algo bueno para cada una, sino también un bonito ejemplo de nuestra comunidad de fe. Damos gracias por haber podido participar en esto y esperamos seguir juntas en este camino de crecimiento
Ana Jiménez Martínez